La reflexión de la luz en la
atmósfera hace que el cielo sea azul de día. De todas las longitudes de onda de
la luz, las que más se desvían al chocar contra la atmósfera son la azul y la
violeta. Esta desviación hace que lleguen de forma dispersa, como si vinieran
de todo el cielo.
Los cielos sin nubes pueden
decirnos tanto acerca del tiempo como aquellos que están cubiertos de nubes.
Cuando no hay nubes lo que importa es el tono del azul. Un azul claro intenso,
puede indicar que en el aire está demasiado seco como para que se formen nubes,
aunque casi invariablemente, existen pequeñas cantidades de nubes en el
horizonte. De hecho debido a la perspectiva, siempre parece haber más nubes en
el horizonte que encima.
Los cielos brumosos o de color
azul claro o azul plateado indican que el aire está demasiado estable como para
permitir que se formen nubes. El aire descendente que viene asociado con las
altas presiones pone una tapa a la convección de profundidad posible. Esta
tapa, al estar a un nivel más bajo que el de la condensación del aire de
superficie, mantiene los cielos libres de nubes. El tono pálido del cielo está
producido por el polvo y otros agentes contaminantes, con mucha frecuencia se
espesan y se transforman en los nimbostratos de nivel inferior. Sin embargo,
solo cuando el altoestrato tiene espesor se producen grandes cantidades de
lluvia, de manera que cuando la posición del sol todavía puede entreverse
vagamente, no es probable que caiga lluvia, aunque, sin duda, es inminente.
El color azul del
cielo se debe a la dispersión Rayleigh. Cuando la luz del Sol atraviesa la
atmósfera para llegar hasta nosotros, la mayor parte de la luz roja, anaranjada
y amarilla (longitudes de onda largas) pasa sin ser casi afectada. Sin embargo,
buena parte de la luz de longitudes de onda más cortas es dispersada por las
moléculas gaseosas del aire. A cualquier parte del cielo que miremos, estaremos
viendo algo de esa luz dispersada, que es azul, y por eso el cielo es de ese
color. En cambio, la luz que nos llega directamente del Sol perdió parte de su
color azul, por eso el Sol se ve amarillento.
Además los rayos azules, una vez
desviados, vuelven a chocar con otras partículas de aire, variando su
trayectoria. Realizando por tanto un recorrido en zigzag a través de la
atmósfera, hasta llegar a nosotros.

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