Los colores del cielo

Se suele decir que la tierra es azul por sus océanos pero es una creencia errónea ya que el color de los océanos se debe a la atmosfera y a la luz solar, si tomamos agua con nuestras manos nos daremos cuenta de que es incolora y refleja el color que tenga el cielo.

El color del cielo como anteriormente decíamos es consecuencia de la filtración solar en los gases atmosféricos y como consecuencia se produce el color azul en el cielo.

El color del cielo es muy peculiar. Cuando tratamos de pintarlo en un lienzo fallaremos ya que es un fenómeno increíble, el ojo humano  percibe un color azul celeste en el día pero en realidad se da un color amarillo-rojo al filtrarse la luz solar.

Cuando se dan condiciones atmosféricas especiales, pueden aparecer fenómenos atmosféricos cromáticos como son el Arco Iris, los Círculos de Ulloa, las Coronas solares y lunares, los Halos, Falsos Soles y Falsas Lunas y otros más "raros" (Espejismos, el Rayo Verde, la Luz Sagrada, Auroras Polares, Fuegos de San Telmo...), que son fenómenos ópticos completamente explicables.

Al atravesar los rayos provenientes del Sol un prisma de vidrio, figura similar al tejado de una casa, éstos se dispersan o desvían debido al fenómeno de la refracción, descomponiéndose en los colores que componen el arco iris, que van desde el violeta hasta el rojo pasando por el azul, verde y amarillo.

Otro fenómeno que puede darse en la luz del Sol, al ser estar constituida por ondas electromagnéticas, se denomina difracción y consiste en la superposición de ondas coherentes entre sí, alternándose discos o coronas luminosas con otros en sombra. Estos dos simples fenómenos son los culpables de los diferentes fenómenos atmosféricos cromáticos.

Cuando amanece o anochece, los rayos de luz tienen que atravesar una mayor distancia cuando el sol está en lo alto. Al atravesar mayores distancias, la luz del sol choca con un mayor número de partículas y pierde energía.

Estos estudios pertenecen a la rama de la física denominada astrofísica.